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Fenwick Iribarren: "La digitalización en los estudios de arquitectura es el cambio más importante desde que se inventó la imprenta en 1440"

El Estudio Fenwick Iribarren Architects (FIA) está a punto de celebrar su 30 aniversario en su mejor momento. Sus fundadores Mark Fenwick y Javier Iribarren están al frente de tres de los ocho nuevos estadios de fútbol del Mundial de Qatar 2022 y de la quinta torre que coronará el skyline de la ciudad de Madrid, el Espacio Caleido

Entrevista

En 1990, los arquitectos Mark Fenwick y Javier Iribarren fundaron uno de los estudios españoles de arquitectura con mayor proyección nacional e internacional, Fenwick Iribarren Architects (FIA). Tras cerca de tres décadas al frente de este proyecto, sus obras abarcan desde estadios de fútbol, edificios en altura, complejos de oficinas y centros comerciales por todo el mundo. Sin ir más lejos, su experiencia les ha llevado a ser autores de tres de los ocho nuevos estadios de fútbol del Mundial de Qatar 2022 (el Qatar Foundation, Al Thumama y Ras Abu Aboud). El último de ellos representa un hito arquitectónico en cuanto a diseño y construcción, ya que será el primer estadio del mundo desmontable y reutilizable. 

A nivel nacional, los arquitectos están inmersos en el desarrollo del nuevo Espacio Caleido, del que son los principales responsables del diseño y dirección de obra. El próximo año, la quinta torre del Paseo de la Castellana completará, por el momento, el skyline de la zona norte de Madrid.

Entre los últimos galardones recibidos destacan: el Premio "MIPIM/AR Future Project Award" en la categoría Deporte y Estadios (Estadio de fútbol Al Thumama para Qatar 2022); el Premio CEIM 2018 a la Expansión Internacional, y el 1er Premio del Concurso de Rehabilitación de la Gran Plaza Savski de Belgrado (Serbia).

¿Quién está detrás de este exitoso estudio? Mark Fenwick se graduó en Arquitectura en la Universidad de Kingston (Londres), en 1980. En sus inicios, se incorporó al estudio de arquitectura de Jerónimo Junquera y Estanislao Pérez Pita, lo que le permitió colaborar en el desarrollo de importantes proyectos en Madrid, como los Recintos Feriales de Madrid, el Ayuntamiento de Parla, la Biblioteca Nacional, la Avenida de la Ilustración y la Estación de Atocha.

Por su parte, Javier Iribarren se graduó en la Escuela de Arquitectura de Madrid en 1983 para, un año más tarde, establecer en Lanzarote el estudio de arquitectura IDP Arquitectos, con Luis Días Feria, desarrollando numerosos proyectos, como instalaciones turísticas y centros comerciales.

PREGUNTA.- En un momento en el que, en muchos casos, se conciben los estados de fútbol como un lugar de ocio más allá del deporte, ¿cómo se os ocurrió la idea de crear un estadio “desmontable”?

RESPUESTA.- La tónica habitual en los mundiales de fútbol es apostar por grandes estadios, muy aparentes y vistosos, que llamen la atención de todo el mundo, pero que suponen unas inversiones mastodónticas, a veces en países muy pobres que apenas pueden permitírselo. Y  cuando esos grandes eventos futbolísticos acaban, ¿qué pasa con esos estadios?, ¿cómo se rentabiliza ese tremendo dispendio económico socialmente tan poco sostenible? Por eso, cuando el Gobierno de Qatar nos encargó el diseño y desarrollo de este último estadio para el Mundial de 2022 (hemos ganado 3 de los 8 estadios que se van a construir para ese evento) pensamos en un diseño revolucionario y sostenible que permitiera que cuando finalice el campeonato se pudiera sacar el máximo partido a todas estas instalaciones. Y les planteamos este proyecto de estadio  desmontable, transportable y reutilizable y les encantó la idea.

La inspiración nos vino de los circos, que son itinerantes y van de una ciudad a otra. Cuando acaban en una zona, desmontan la estructura y la transportan en camiones o en tren para ir a otra ciudad. Lo mismo que las plazas de toros móviles, que recorren la geografía española coincidiendo con las fiestas locales. Esa filosofía de aprovechamiento de recursos y temporalidad la quisimos aplicar al mundo de los estadios y salió este proyecto del Ras Abu Aboud, con el que ganamos el concurso.

P.- Llama la atención que los módulos que forman el Estadio son contenedores de mercancías, ¿por qué estos elementos?

R.- Porque cuando tuvimos claro que queríamos hacer un estadio desmontable pensamos: ¿Cuál es la unidad transportable hoy en día? Y estaba claro que era el contenedor de barco. Y le vimos una doble utilidad en este proyecto. Por un lado, porque podíamos utilizar estos contenedores para cubrir los distintos usos del estadio, como las escaleras, las tiendas, los aseos, las concesiones y los palcos. Y por otro, porque la estructura de todo el estadio, que es una especie de mecano, también se desmonta, se mete en contenedores y se empaqueta. Y así todo iba en los contenedores directos al barco. Para hacer este diseño, sintetizamos conceptos sacados de modelos prácticos y eficientes como Lego o IKEA. Porque, ¿qué mejor para diseñar un proyecto de contenedores de barcos que usar las piezas de Lego? Así que nos fuimos a la tienda que tenemos al lado de nuestro Estudio y compramos una caja y nos pusimos a pensar en el proyecto.

P.- En el caso de este Estadio de Qatar, ¿los contenedores podrían utilizarse para la construcción de otro tipo de edificio?

R.- En cuanto termine el Mundial, este estadio se desmonta y se empaqueta. Y a partir de ahí puede seguir dos caminos. Uno es que vaya al siguiente mundial sin más, haciéndole algunos retoques cosméticos de pintura, etc, para darle un aire nuevo. O la otra opción es que, en vez de que se traslade entero a otro lugar con todas las piezas, se pueden hacer 10, 15 o 20 edificaciones distintas, como ocurre con las piezas de Lego. Y estas edificaciones llevarlas a distintas comunidades de Qatar o de cualquier otro país, para hacer un estadio de atletismo, unas grandes instalaciones de tenis u oficinas para complementar unas instalaciones deportivas ya existentes. Y así innumerables posibilidades. Y lo mismo ocurre con la explanada donde estará ubicado el Estadio desmontable de Ras Abu Aboud. Una vez que se desmonta el Estadio, esa zona quedará como un gran parque para disfrute de los qataríes. Y el único recuerdo que quedará del mismo, a modo de memoria del evento, será un lago rectangular, del tamaño del campo de fútbol.

P.- ¿Supone este tipo de proyecto algún ahorro económico (no solo de mantenimiento una vez se desmonte el estadio) frente a un proyecto tradicional?

R.- El coste de construir un estadio de este tipo desmontable y reutilizable es aproximadamente la mitad respecto a un estadio tradicional. Y a este ahorro se suma el que luego se puede vender para ser reutilizado. Y resulta muy curioso ver cómo uno de los países más ricos del mundo en cuanto a PIB y renta per cápita es el que apuesta por un proyecto más económico y sostenible de estas características. Esto te lo esperas de  países más pobres que realizan grandes olimpiadas y mundiales sin apenas recursos.

P.- ¿Cuál es el tiempo de montaje/desmontaje estimado para este estadio de Qatar?

R.- El montaje de los 2.500 contenedores que componen el nuevo estadio supone, la primera vez que se realiza, un periodo aproximado de un año y medio. Luego, una vez concluido el mundial, se tardaría en desmontar un plazo aproximado de 8 meses y un periodo similar en montarlo de nuevo en cualquier otra zona o país. La ventaja es que todos esos contenedores se pueden transportar de una sola vez y en una única travesía, ya que apenas ocupan un tercio del espacio de carga un buque carguero tradicional.

P.- El Estadio Ras Abu Adoud no es vuestro primer proyecto en Qatar, país donde contáis con una dilatada experiencia. ¿De dónde viene esta buena sintonía con el país árabe?

R.- Cuando estalló la crisis de 2008 en España, tuvimos que buscar proyectos en el exterior, porque en nuestro país no se movía nada. Y uno de los países en los que pusimos los ojos fue Qatar. Es curioso porque todo empezó con una primera reunión en la que un príncipe qatarí me preguntó, nada más empezar la entrevista, que cuánto sabía de camellos. Me quedé un poco sorprendido, pero le respondí con sinceridad,  que no demasiado. Pero a partir de ahí se creó una buena sintonía entre nosotros y poco después entendí el motivo de su pregunta, porque su primer encargo fue la construcción de un camellódromo en Doha. Como la palabra indica, es una instalación para carreras de camellos, que tiene mucho éxito en esos países. Este proyecto quedó finalmente paralizado porque unos meses después Qatar decidió presentar su candidatura para el  Mundial de Fútbol de 2022 y dio prioridad a los estadios. Nos pidieron que antes que el camellódromo hiciéramos un primer estadio para Qatar 2022, y luego más adelante nos encargaron otros dos más. Así que finalmente, haremos tres de los ocho estadios que se edificarán para dicho Mundial.

P.- El de Qatar no es tampoco vuestro primer estadio de fútbol. En España también sois autores de los proyectos de los estadios del Espanyol, del Valencia… ¿Por qué os habéis especializado en este tipo de infraestructuras?

R.- Todo empezó con el encargo del nuevo estadio del R.C.D. Espanyol en 2008, que conseguimos ganar en puja directa con estudios internacionales del prestigio de Jean Nouvel, HOK y Arquitectónica. El proyecto fue un éxito, ya que fue designado como el mejor estadio del mundo, y recibió numerosos premios nacionales e internacionales. Y a partir de ahí nos hicieron otros encargos de estadios y campos de fútbol dentro y fuera de nuestras fronteras, entre los que destacan (además de los tres estadios del Mundial de Qatar 2022): el Nuevo Estadio Nacional de Noruega, la construcción del Nuevo Mestalla del Valencia C.F., uno de los más grandes de Europa, y la reforma del Estadio del Zorrilla (del Real Valladolid).

P.- Desde vuestro Estudio habéis acuñado el término “Blue Architecture”, que hace referencia al bienestar de las personas que hacen uso del edificio. ¿Qué elementos estructurales se tienen en cuenta a la hora de hablar de ello?

R.- Fenwick concibe el edificio como una estructura en la que conviven funcionalidad y arquitectura en estrecha relación.  Siempre priorizamos la importancia del diseño sostenible para garantizar el bienestar de las personas que habitan esas construcciones. Lo más importante es que los edificios estén diseñados a escala humana, es decir que sus dimensiones no sean exageradas respecto a las personas y, por tanto, no les hagan sentir una experiencia "alienante". También buscamos que en los edificios haya ambientes y recorridos agradables, que favorezcan la interactividad social. Por ejemplo, el conjunto de las cuatro torres actuales de la nueva Castellana proyectan una zona muy agresiva, muy poco humana. Y, por ello, el complejo Caleido, que actualmente estamos desarrollando,  pretende humanizar este  entorno porque incorpora, además de una quinta torre, zonas verdes, plazas, zonas de ocio, restauración y área de esparcimiento, para que las personas disfruten al máximo de él.

P.- ¿Está reñido el bienestar de las personas con la sostenibilidad? Es decir, ¿son compatibles el “Blue Architecture” y el “Green Arquitecture”?

R.- No sólo no están reñidos ambos conceptos, sino que son muy complementarios. Pero a veces se le da muchísima importancia a los aspectos medioambientales y se olvida del aspecto humano. Por ello, nuestros proyectos cuidan mucho minimizar el impacto medioambiental de los edificios mediante la sostenibilidad y la reutilización de los edificios, la máxima eficiencia energética y el uso de los materiales más avanzados y adecuados para cada edificación. Pero ponemos tanta o más atención en que los futuros moradores de esas construcciones tengan el máximo bienestar posible, que se encuentren cómodos y que tengan espacios de descanso y diversión.

P.- ¿De qué manera puede un estadio de fútbol ser más agradable para las personas?

R.- A la hora de diseñar un estadio de fútbol tienes que pensar y mucho en los aspectos arquitectónicos, de sostenibilidad e impacto ambiental y de ahorro de costes. Pero lo más importante no es que sean grandes estructuras espectaculares y pretenciosas, sino que permita a todas las partes involucradas (jugadores, aficionados, etc) vivir la emoción del juego y el espíritu del club, utilizando para ellos diversos elementos como la distribución de los espacios, la acústica, etc. Se suele decir que el estadio es el jugador número 12 del campo y es absolutamente cierto. Y, además, un estadio tiene que estar pensado para la comunidad, es decir que tiene que tener áreas comerciales y usos que cubran las necesidades de las personas que acuden a ver los eventos y también sirva de motor económico para el club. Paralelamente,  el diseño tiene que fijarse mucho en la seguridad y el confort de estas instalaciones, para que luego todo discurra con normalidad y la experiencia lúdica no se vea empañada. Eso lo conseguimos plenamente con el proyecto del nuevo Estadio del Espanyol y posteriormente lo hemos incorporado al resto de nuestros trabajos.

P.- Vosotros sois los autores del proyecto del “quinto rascacielos” de Madrid, un edificio que cambiará el skyline de la ciudad, ¿qué supone para vosotros y para vuestra trayectoria profesional ser los “padres” de este importante proyecto?

R.- Cuando nos encargaron el proyecto Caleido, nosotros ya estábamos familiarizados con el entorno, porque habíamos diseñado una de las cuatro torres actuales, concretamente Torre Espacio. No obstante, Caleido ha sido un gran desafío por dos razones: porque no se trata sólo de una nueva torre, sino de un sinfín de espacios y usos singulares (comercial, de ocio, etc.) que cierran el círculo de las cuatro torres anteriores y humanizan toda la zona; y también porque fomentarán la integración urbana y social del norte del Paseo de la Castellana, ya que el proyecto contempla la creación de calles, plazas y amplias zonas verdes (más de 34.000 metros cuadrados).

P.- Efectivamente, la Torre Caleido está pensada para reunir diferentes espacios que se destinarán a distintos usos (incluye una clínica, una universidad, espacios comerciales…), ¿cómo se aglutinará todo ello en un mismo edificio de una manera ordenada?

R.- Caleido está diseñada como un edificio complejo de varios usos, pero que se complementan entre sí. Su forma de "T" invertida, único en el mundo, le da un carácter muy especial y permite que puedan convivir  una torre vertical, con apariencia de gran escultura, con una "torre horizontal" con plazas, dobles alturas y espacios de interrelación social con magníficas vistas a la sierra madrileña. Y la edificación vertical albergará un campus universitario muy singular, del que existen pocos ejemplos en el mundo. 

P.- Oficinas, espacios deportivos, viviendas… A lo largo de vuestra andadura habéis creado proyectos para diferentes tipos de espacios. ¿Cómo os ha influido diversificar el negocio? ¿Con qué tipo de infraestructura os sentís más cómodos?

R.- Aparte de la construcción de estadios y edificios de altura (como Torre Espacio o ahora el proyecto Caleido), en nuestra larga andadura hemos trabajado en todo tipo de proyectos, desde edificios de viviendas y complejos de oficinas, centros comerciales, hoteles, etc. Cada proyecto es como un nuevo hijo para el estudio, por lo que estamos muy cómodos con todos. Pero de ellos, quizá de los que nos sintamos más orgullosos son la construcción de estadios e instalaciones deportivas, ya que hemos logrado muchos hitos y reconocimientos en ese terreno en los últimos años. De hecho, FIA es actualmente asesor de la UEFA para la construcción de instalaciones deportivas 5 estrellas y autor del libro “UEFA Guide to Quality Stadiums”, publicado en seis idiomas, y una referencia para la arquitectura de estadios de fútbol en el mundo.

P.- Vuestro Estudio lleva operativo desde los 90, ¿de qué manera ha influido la digitalización a vuestra forma de hacer arquitectura?

R.- La digitalización de los sistemas de información y producción en un Estudio moderno es tremendamente importante y ha cambiado drásticamente las formas de trabajar.

La sociedad ha experimentado un cambio espectacular en los últimos 15 años: la inclusión de la tecnología, no sólo en los estudios, sino en la vida cotidiana de las personas, ha creado un mundo nuevo en muchos sentidos.

Tenemos acceso inmediato, desde un teléfono móvil, a cualquier información posible, a imágenes de toda la Arquitectura actual o histórica. Resultan caducos los libros y hasta las revistas que no han podido mantener la velocidad inmediata de las redes.

La digitalización influye en las referencias e imágenes que vemos, en cómo las guardamos, y cómo las presentamos. La digitalización influye en el proceso de diseño, en la capacidad de múltiples programas de diseño, de presentar, hasta el punto de que un proyecto puede tener cualquier forma, geometría o complejidad de fachada, depende de la capacidad de análisis, o habilidad en el mundo digital.

La digitalización ha cambiado cómo diseñamos y cómo podemos ver los proyectos, e incluso nos permite crear modelos virtuales de todo el proyecto (BIM), en los cuales se integran todas las disciplinas, como la estructura y las instalaciones.

Es un camino sin retorno. La digitalización en los estudios es el cambio más importante desde se inventara la imprenta en 1440.

P.- ¿Qué importancia tiene para el desarrollo de vuestros proyectos la metodología BIM?

R.- El cambio del CAD al BIM en el desarrollo de los proyectos ha sido más complejo, pero mucho más gratificante que el salto desde el “rotring” hacia el CAD.

El BIM requiere un nuevo estado de pensamiento en la producción. Se pasa de un sistema de dos dimensiones (CAD), hacia un sistema que requiere pensar en 3D, pero que no sólo consiste en dibujar una columna o un muro, sino en pensar también de qué está hecho el muro o la pared.

P.- ¿Hacia dónde creéis que avanza la edificación en España?

R.- La edificación en España avanza cada vez más hacia una necesidad de incorporar las nuevas tecnologías en la puesta en obra y en la producción de los edificios en su fase constructiva. Puede ser que la introducción de estas tecnologías no haya llegado de  la misma forma que en otras grandes industrias.

Se percibe cómo en industrias como la automoción, la automatización y la tecnología crean fábricas totalmente sistematizadas. Se controlan los suministros, la calidad, el proceso de ensamblaje, etc.

Mi percepción es que la industria de la construcción sigue siendo dominantemente artesanal. En pocas obras se percibe la implantación de tecnologías de última generación, tanto en la misma construcción como en los sistemas de control de las obras.

El gran reto del constructor moderno es avanzar en implantar las tecnologías en las obras, desde el proyecto hasta su terminación.

P.- ¿Y desde el punto de vista humano? ¿Ha cambiado el perfil del arquitecto en estos años?

R.- Creo que sí ha cambiado. El mercado nacional requiere un grado más alto de profesionalización, tanto en el desarrollo de los proyectos como en la gestión de los estudios modernos. Para hacer proyectos de cierta envergadura, se requiere una manera de pensar mucho más empresarial que antes, donde el proceso era más artesanal.

P.- Sois uno de los pocos estudios de arquitectura españoles que han dado el salto internacional, y uno de los más importantes, ¿qué supuso para vosotros salir al mercado exterior?

R.- Nuestro Estudio, desde su creación en 1990, siempre ha tenido una vertiente internacional. Nuestros inicios fueron de la mano de un Estudio británico, y nuestros primeros clientes tenían raíces sajonas, lo cual nos ha permitido entender desde nuestros inicios la forma de trabajar a nivel internacional.

Nuestra mayor incursión internacional se debió al inicio de la crisis en 2007. Fuimos conscientes de que una gran crisis económica llegaba a España y, aunque no sabíamos la magnitud, creímos necesario salir a buscar nuevos caladeros.

En esos años visitamos unos 21 países, pero atracamos en un pequeño país de Medio Oriente, Qatar. Allí nuestra enorme experiencia en estadios de futbol dio frutos y conseguimos ganar, compitiendo con los proyectos de los estudios más potentes del mundo, tres de los ocho estadios del Mundial de 2022.

Ello nos ha exigido profesionalizar e internacionalizar el Estudio al más alto nivel, jugar en la “Champions” requiere más esfuerzo, mejor gestión, y mejor capacidad de producción que en el mercado español.

Y a la vez nos ha permitido volver a España, y ser mucho más internacionales en nuestro propio mercado.

P.- ¿Cómo creéis que debe ser la arquitectura del futuro? ¿Qué retos deberá hacer frente? ¿Cómo los afrontará?

R.- El futuro de la arquitectura va íntimamente ligado a los enormes cambios sociales, tecnológicos, económicos y ambientales que se están produciendo. Por ello se creará una arquitectura más funcional, sostenible (ecológicamente y económicamente) y con ambientes más flexibles, capaces de modificarse y adaptarse con el paso del tiempo. La disciplina arquitectónica necesita progresar constantemente por medio de la innovación y creatividad. Los nuevos y futuros avances tecnológicos nos llevan a una nueva era de la arquitectura donde existen más herramientas para diseñar y que permiten un desarrollo del proyecto mucho más eficaz.

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